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“Sin respiro”, Basta Ya Capitán Bolsonaro!

Hace unos días se vienen desatando incendios forestales, una noticia habitual en los jornales, portales y redes sociales.

Muchos de estos incendios están vinculados con la acción directa del hombre como la actividad de quemar bosques para liberar zonas para cultivos, otro producto de sus acciones derivadas como la emisión de gases de efecto invernadero que producen el calentamiento global; el cual genera mayores temperaturas y sequías dando así lugar a que en algunos lugares se inicien incendios forestales, como ocurrió en Europa durante este verano 2019 para ese sector del planeta. Más aún cuando los fenómenos de sequía se hacen más prolongados en el tiempo.

La cuestión ahora toma otro color cuando se trata de la región amazónica, un extenso área que mayormente abarca la República Federativa de Brasil, parte de la República de Perú y el Estado Plurinacional de Bolivia.

Ahora empiezan a sonar las alarmas mundiales, porque se trata del “pulmón del planeta” donde se produce gran parte del oxígeno, este elemento vital y necesario para la existencia de todos los seres vivos, incluidos nosotros; aunque a veces no nos demos cuesta que ese ejercicio tan habitual como respirar se hace gracias a la acción de la flora presente en nuestro planeta.

Este incendio forestal también pone nuevamente, ya de manera palmaria, la cuestión del ordenamiento ambiental del territorio en determinados países como el caso de Brasil o Bolivia que comparten este ecosistema de bosque y biodiversidad en común.

El avance de la frontera agricolo ganadera, está generando un desbalance cada vez mayor que no solo compromete la biodiversidad, acelera las causales del cambio climático sino que ya también pone en peligro nuestra existencia en el planeta tierra.

Las consecuencias sobre el cambio climático llegan a todos lados, más cuando  se trata de perdida de sumideros de retención y la emisión descontrolada por la quema de gases de efecto invernadero.
Lo que pasa en Brasil también afecta a Groenlandia que también salto a las noticias recientemente.  Este territorio autónomo danés está más preocupado por el derretimiento de sus glaciares que por los delirios megalómanos del presidente de los EEUU Mr. Trump que ha convertido a su país, en un páramo de degradación moral y humana pocas veces visto desde la segunda guerra mundial.
Esta emergencia ambiental que también deberá ser abordada en breve en la cumbre COP25 a realizarse en Santiago de Chile, eleva al paroxismo a los estados insulares con el “agua al cuello” producto del derretimiento de los hielos que aumenta la cota marina y los condena irremediablemente a su desaparición si esto se acelera.

Ubicándonos en Brasil, donde aún no se sabe con certeza absoluta el origen del incendio de miles de hectáreas de selva (con la consecuente pérdida de ecosistemas y biodiversidad, afectando también a cientos de tribus de pueblos originarios), el mandatario de este país, el fascista Jair Messias Bolsonaro, ha mostrado un total desprecio y sorna hacia al ambiente.
Ya desde su asunción el presidente brasileño mantuvo una tensa relación con la cuestión ambiental y se mostró inclinado abiertamente a devolver favores a sectores de agro negocios que le permitieron financiar su campaña política, teñida de odio y muerte.
Se han exacerbado así también problemas políticos de vieja data como la cuestión de los "fazenderos" v los movimientos sin tierra.

Así es como durante su corta administración se habilitaron muchos permisos en forma indiscriminada para talar y desmontar y así hacer avanzar las actividades agro ganaderas hacia tierra virgen, sin tener en cuenta las recomendaciones de los institutos locales sobre lo peligroso a futuro que puede tornar esa medida.
En tono contrario a toda racionalidad científica, el gobierno del Capitán Bolsonaro (héroe de la chusma palurda y el lumpen que en la historia siempre fue el que arengo sin medir consecuencias lideres mesiánicos como Adolfo Hitler entre otros)  cesanteo a quienes desde los organismos estatales hacían duras advertencias basadas en estudios científicos y no bajo los delirios religiosos que propala el premier brasileño. Este fue el caso del Directo del INPE (Instituto de Investigaciones Especiales) Ricardo Galvão.

La declaraciones a la prensa del presidente brasileño comienzan a rozar no solo la ignorancia sino la burla hacia toda la sociedad, no solo la brasilera. Valga hacer mención de la nota levantada por medios argentinos (INFOBAE) donde recomendaba para la solución del cambio climático “hacer caca día sí, día no”.

Previo a los sucesos de los incendios forestales, Bolsonaro cuestionó el aumento de la deforestación que avanzo en términos comparativos entre un 90% a un 278% en comparación con mismo periodo del año pasado (junio).  También se ufano de ser el “Capitán Motosierra”

Este tipo de medidas provocó también la ira de los pueblos originarios ante el peligro sobre su cultura, altamente vinculada con la naturaleza en forma armoniosa.

El Presidente Bolsonaro comenzó a recibir respuestas de la comunidad internacional ante su intransigente y casi irracional manejo de la cuestión de los recursos naturales. Así se han suspendido ayudas internacionales de los gobiernos europeos como el caso Noruego.

Es irónico que la ley política nacional del medio ambiente N° 6938 (LPNMA), que data de 1981, haya sido dictado por la misma dictadura que defiende esta persona que preside los destinos del Brasil y no haya tenido ningún empacho en acusar de los incendios forestales a supuestas “ONG” que pudieron haberlos provocado de modo intencional o asociarlos solamente a una situación de seca estacional.
El "Capitán Motosierra" entra en tantas contradicciones entre lo que manifiesta el art. 2 de la ley LPNMA y la respuesta hilarante que da el mandatario cuando se le consulta sobre la conciliación del crecimiento económico y la protección ambiental diciendo “basta con comer un poco menos”. Habla de un sujeto muy peligroso para la propia institucionalidad del país carioca.

Sin perjuicio del grado de delirio demencial de este nuevo “Hitler del sur”, cabe referir que muchos incendios forestales tienen origen multicausal.
Dentro de las causales a mano del hombre se basan muchas veces en un manejo imprudente de tareas de quema para generar nuevos espacios de cultivo o desarrollo ganadero, que casi siempre es autorizado por el gobierno.
En nuestro país por ejemplo existe una normativa de presupuestos mínimos en la materia que son las leyes 26815 y 26562, esta última originada por la quema de pastizales en el sur de la provincia de Entre Ríos que desencadenó en una crisis ambiental de corte atmosférico en la capital de la República y sus inmediaciones. (esto sin perjuicio de toda la normativa que tiene cada jurisdicción que debe estar enmarcada en las leyes de presupuesto mínimo citadas).

Que la regulación de los permisos para tala y desmonte debe venir acompañada de una serie de informes y evaluación de impacto ambiental de carácter estratégico, entre otras herramientas de gobernanza ambiental que deben actuar de corte SISTEMICO, INTERDISCIPLINARIO e INTEGRADO, para evitar consecuencias en el medio ambiente que luego son de difícil ulterior reparación, como podemos observar en el caso puntual del amazonas.
En el caso de análisis, las sospechas racionales se inclinan hacia una flexibilidad que borda con la decidía intencionada del estado brasilero en favor de determinados grupos económicos.

Debe siempre tenerse en cuenta, para evitar consecuencias como las que observamos, que estos procesos  técnico administrativos  que fomenten el avance de determinadas actividades, como la agro ganadera debe haber una activa PARTICIPACIÓN de quienes son afectados en forma directa como las comunidades de pueblos originarios pero también la población en general. Incluso debe extenderse también la aplicación del principio 19 de la Declaración de Río de Janeiro de 1992 dado que las actividades de expansión en zonas como el amazonia implican efectos ambientales transfronterizos, tomando como referencia esta cuestión del “pulmón del planeta”, reserva de biodiversidad de la humanidad y ecosistema que produce efectos sinérgicos por encima de los límites de su territorio.
La Declaración de Río de 1992” no es obligatoria, pero huelga decir en mayúscula FUE CONCERTADA EN EL BRASIL, a menos que haya sido en otro Río de Janeiro producto de una realidad distopica de un cuento de Olga Larionova.

El problema de la supuesta tensión entre el comercio internacional de productos primarios, el acceso a alimentación, la soberanía del estado sobre su territorio y el liderazgo en la región consigue mediante acciones de armonización entre todos los intereses, sin olvidar que sin oxígeno no vamos a ningún lado.

Hoy nos encontramos ante una situación que tiene muchos puntos de análisis, desde el agravamiento de la cuestión del cambio climático hasta la destrucción de la biodiversidad, ese bien jurídico de la humanidad que intentamos proteger mediante la Convención de sobre la Diversidad Biológica (CDB) que todos los países han suscrito (incluido Brasil) salvo los EEUU de Norteamérica campeones de decirles a los demás como hacer las cosas pero nunca aplicarlas en casa propia.

También nos encontramos otra vez más involucrados dentro del llamamiento de las generaciones venideras tal como nos manifiesta la joven activista Greta Thunberg.
Ellos integran esa noción de desarrollo sustentable intergeneracional, entonces que les dejamos?
Al parecer no solo no les dejamos casa donde desarrollarse en plenitud, sino que se la dejamos sin oxigeno que respirar. O sea en resumidas cuentas les dejamos un planeta como ataud.

La juventud del hoy nos exige a nosotros y a la clase política internacional una acción inmediata porque el planeta se nos está muriendo en las manos.

Así están siendo virales en las redes sociales los hashtag #prayforamazonia, las convocatorias de los viernes por el cambio climático de los jóvenes en todas las capitales del mundo y ahora un pedido de marchas contra el gobierno del Capitan (RE) Bolsonaro por su inacción y desprecio hacia el ambiente y el hombre mismo.

Hoy volvemos otra vez con este suceso trágico en la Amazonia, a retomar el debate sobre una tensión entre la soberanía de los recursos naturales de los estados y el ambiente como bien común de la humanidad individisible.

El cuestión  será como llegar a acuerdos como ocurrió con el Tratado Antártico (territorio que no está exento de las consecuencias del accionar del hombre en otros continentes, en especial el cambio climático) que permitan frenar la deforestación descontrolada y generar regulaciones internacionales sin que sean avallasantes de la soberanía de los países, en esta vía se encaminaron el Acuerdo de Kyoto y el Acuerdo de París, pero falta más mucho más.

Hay muchos intereses en juego, como ocurrió en los ochentas cuando se tuvo que dar batalla contra los CFC que producían el agujero en la capa de ozono. La lucha comenzó a darse cuando los líderes de las grandes potencias vieron que sale mas costoso a sus estados pagar un tratamiento de cáncer que aplicar medidas de prevención y reducción de este daño ambiental. Así es como no fue difícil la implementación del Protocolo de Montreal.  Más aún cuando se fueron desarrollando tecnologías sustitutivas de los CFC de corte más competitivo y que gracias al desarrollo de la ciencia y técnica fueron de menor costo para los procesos industriales que requerían sistemas de refrigeración,  aislación o producción de artículos de consumo como un desodorante.

Girando en torno a este tema de como la erradicación de los CFC y la vigencia del Protocolo de Montreal que se sustentó en función al clásico sistema de costos y beneficios (reforzado en esa época por las políticas de los “reaganomics”), hay que también buscar la solución a este tipo de actuales conflictos ambientales como la deforestación masiva, el cambio climático, la contaminación atmosférica, de los recursos hidricos, etc.  mediante mecanismos de armonización de intereses económicos (del mismo modo que se hacen en otros sectores como los subsidios en países de la Unión Europea a los agricultores). Y en el peor de los casos, cuando existe un nivel de reticencia que haga imposible cualquier acercamiento de las partes para buscar paliativos a la destrucción de áreas ambientales de alta sensibilidad la aplicación de sanciones económicas. (esto sería por ejemplo siguiendo las directrices de como actuó la comunidad internacional frente al apartheid en la República de Sudáfrica y la ex Rhodesia).

Otra cuestión en torno a los temas de política ambiental, es tratar de que estos se internalicen en la agenda de la política cotidiana, en especial al momento de sufragar y elegir autoridades.

Muchas veces la cuestión ambiental queda muy escondida en las promesas y plataformas electorales de los candidatos, sabemos bien que hay temas de urgencia como el bienestar económico, la seguridad, la prosperidad individual, etc, pero casualmente todos esos temas están vinculados con la cuestión ambiental aunque claro no se puede percibir de forma directa e inmediata sino  a través de una seria de interacciones de corto, mediano y largo plazo. Dicho de otro modo, cuando al ambiente le va mal, nos va mal a nosotros porque vemos las consecuencias inmediatas en una mala cosecha, la inundación de nuestros hogares, la destrucción de nuestros establecimientos de trabajo, la falta de materias primas para producir e incluso satisfacer necesidades básicas como alimentarnos, tener agua potable, electricidad, etc.

El efecto boomeran del daño a la naturaleza por parte del hombre que termina en su propia cara, ese rebote que cuando nos damos cuenta de su origen nos llenamos de angustia y decimos “como no nos dimos cuenta antes” quedando como salida, en la medida de las posibilidades, la dura etapa de la ADAPTACIÓN a la nueva realidad, en algunos casos imposible para el ser humano como ocurrió con el caso de la central de Chernobyl que implico la migración forzada de los habitantes de Prypiat para no volver nunca más a sus hogares.

La cuestión ambiental debido a su complejidad solamente la abordamos desde espacios muy pequeños o sectoriales como el reciclaje o el disfrute de un espacio publico verde, pero muchas veces dejamos de atender las otras cuestiones que juegan incidentalmente o directamente en el quehacer de nuestra vida diaria.

Es por ello que es menester conocer la plataforma ambiental de nuestros políticos, que visión tienen, que propuestas, que van a hacer con las consecuencias del cambio climático, de la contaminación de determinados espacios como por ejemplo la cuenca del Riachuelo, los ríos en Santiago del Estero y Tucumán, la minería en las provincias de San Juan, Catamarca, el tema de Vaca Muerta en Neuquén, las centrales nucleares en Córdoba y Buenos Aires, etc.

Para que podamos indagar como sociedad a nuestros políticos también es necesario tener acceso a la información y participar en la toma de decisiones para que otros ajenos a nuestras necesidades lo hagan por nosotros.

El tema electoral no es un tema menor, porque la elección del "Capitan Motosierra" fue mediante una campaña de confusión, fake news aprovechando así la clásica ignorancia del votante promedio y este actual gobernante solo explotó los miedos de una parte de la población y luego ya en el gobierno mostró a la política ambiental como algo "ideologizado", aquí tenemos los resultados traducidos en miles de hectáreas bajo el fugo.
Conclusión de este tema que nos convoca sobre la selva del Amazonas, hoy miramos absortos el desastre del Brasil y aún no sabemos sus consecuencias a futuro. Las noticias sobre los desastres ambientales en nuestra región se van apilando como cadáveres en las orillas de un rio: 

Amazonas, la epidemia de enfermedades oncológicas producidas por la fumigación en nuestro país en especial con el glifosato, la emergencia ambiental de Quintero en la Quinta Región de Chile, incendios forestales en Bolivia y otros casos que tienen más o menos visibilidad mediática.
Es por ello que en nuestro país nos vemos obligados (a escaso mes y medio la elección general  presidencial en Argentina )a exigir cuales son las propuestas electorales en la campaña, sin que nos retaceen  datos, propuestas reales, que no rebajen nuestro interés en algo común como el tema ambiental porque el desarrollo ambiental esta íntimamente ligado a la erradicación de la pobreza, no de los pobres como pareciera querer hacerse en los hechos.

Preguntemos, cuestionemos, indaguemos, repreguntemos, analicemos, exijamos y reclamemos, este es el momento. Que la campaña, los afiches, los medios y las redes sociales no nos “quemen” los derechos a un ambiente sano como nos otorga como un derecho deber el artículo 41 de la Constitución Nacional.

Anexo: El Amazonas se quema en Bolivia, no todo lo que brilla es plata …

El lado amazónico Boliviano también se están haciendo esfuerzos en cuanto a los focos de incendio. También prevalecen conflictos entre el gobierno central y el gobierno de la zona afectada que es Santa Cruz de la Sierra.  Ha manifestado a los medios el Presidente Evo Morales Ayma, las enormes dificultades para poder combatir el incendio y que se están arbitrando medios técnicos como la contratación de aeronaves para poder apagar los incendios desde el cielo. Sumadas a las brigadas en tierra.

Lejos de las fake news que acusan al gobierno central de hablar de “castigos divinos” es menester profundizar en medio de esta crisis ambiental la colaboración del gobierno central de Morales junto al del gobierno de la región afectada de Santa Cruz de la Sierra, dejando algunos conflictos políticos y esperando que ambos trabajen en forma unida por el amor a la tierra que tanto dicen defender.

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/205000-209999/207401/norma.htm

Autor: Ab. Sebastian Quintana
Auxiliar Docente.

Fuentes consultadas:
Diario INFOBAE www.infobae.com
Agencia Novosti RT en Español (Russia Today) https://actualidad.rt.com/
https://boliviaverifica.bo/evo-morales-no-dijo-que-la-pachamama-estaria-castigando-al-oriente-boliviano/
Infoleg - Estado Argentino
http://www.oas.org/dsd/fida/laws/legislation/brazil/brazil_6938.pdf
Televisión de Venezuela  https://www.vtv.gob.ve/incendios-amazonas-fuegos-selva/
Clarín Argentina www.clarin.com
Universidad de Palermo "Bloques de construcción para la protección del clima mundial" de Richard Stewart, Michel Oppenheimer Brycew Rudyk traducción Guillermo Holsman. 2014 UP